Primeras impresiones: escalera al cielo
En 1999, el casco antiguo de Ibiza fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Las intactas fortificaciones de Ibiza del siglo XVI son un testimonio único de la arquitectura e ingeniería militar de la época, que recuerda a la estética renacentista. Esta fusión única de estilos italo-español se volvió muy influyente en las tendencias arquitectónicas mediterráneas, especialmente en la construcción y fortificación de ciudades en el Nuevo Mundo.
Para explorar este sitio idílico, es mejor caminar, con calzado adecuado, atravesando las sinuosas, empinadas y empedradas calles para disfrutar de las magníficas vistas desde los descansos en las altas murallas y las amplias terrazas en cada nivel ( Dalt Vila en realidad significa "Ciudad Alta").
Qué ver en Dalt Vila
Entre los grandes tesoros que no debe perderse en su visita a Dalt Vila están la Catedral de Santa María de las Nieves; el Ayuntamiento, ubicado en el edificio de Can Botino, un antiguo monasterio dominico; el Museu d'Art Contemporani d'Eivissa, y el castillo y sus murallas, que protegían la ciudad de los frecuentes ataques de corsarios y piratas. Se dice que es la fortificación mejor conservada de toda la región mediterránea.
La espectacular entrada principal atrae tu mirada hacia una pendiente, cruza un puente levadizo a través del Portal de Ses Taules, flanqueado por poderosas estatuas de piedra romana, te da la bienvenida a un antiguo patio empedrado y luego te lleva a la Plaza de Vila. , la plaza principal.
La otra entrada, Portal Nou (a la que se llega desde detrás de la Plaza del Parque) ofrece un ascenso más gradual. Lo mejor es un ritmo pausado, ya que hay muchos detalles fascinantes ante los cuales maravillarse. Los ibicencos tradicionalmente vestidos de negro, intactos por el tiempo, viven sus vidas en los antiguos edificios góticos catalanes que abrazan las calles. Las robustas puertas de madera revelan amplios patios de piedra y capillas privadas. Las tiendas de regalos y galerías de arte en el camino hacia la catedral son tesoros de obras inusuales y únicas de artesanos locales.
La ciudad está llena de historia. Dos de las figuras más destacadas del pasado de la isla tienen aquí monumentos en su honor. Busca la estatua de bronce de Isidor Macabic, un sacerdote e historiador que fue la primera persona en narrar en detalle la historia de Ibiza. En la Plaza de España hay un monumento a Guillem de Montgrí quien, en 1235, conquistó Ibiza para el rey Jaime I. Esta estatua reclinada es una réplica de la tumba de Guillem de Montgrí en Gerona.
Mientras deambulas por Dalt Vila, no temas mirar a través de las altas puertas si están entreabiertas. Esta es una ciudad de contrastes y sorpresas, por lo que muy a menudo encontrará un bonito patio o una tienda de regalos que vende artesanía local. Curiosidad: en la calle Conquista te encuentras con una muestra de huellas de manos de celebridades invitadas a Ibiza, como en Hollywood...
Una vez llegado a lo alto del cerro, en la plaza de la Catedral, las tremendas vistas de la ciudad son la recompensa a tu esfuerzo. En la orilla del mar también hay mucho que ofrecer: hermosas vistas a la isla vecina de Formentera y los numerosos barcos que navegan en todas direcciones.
La parte superior del casco antiguo de Ibiza (Dalt Vila) se ha convertido en un museo al aire libre con carteles que te guían a través de la historia de la ciudadela y multitud de edificios medievales hasta el castillo en el centro.
Cuando los árabes gobernaron Ibiza, construyeron una gran fortaleza, gran parte de la cual todavía se conserva en pie con los edificios que se construyeron a su alrededor. En las excavaciones del castillo se descubrieron testimonios de la época púnica y de la ocupación árabe.Todavía quedan en pie dos estructuras defensivas principales:
El "Baluarte de Sant Jaume" organiza una exposición sobre las armas utilizadas para defender las murallas de Ibiza, mostrando a los visitantes cómo el uso de armas de fuego afectó a la estructura de los edificios.
El "Baluarte de Sant Pere", por su parte, alberga una exposición que explica cómo se construyeron aquellos muros, incluida una reproducción de andamios renacentistas.
Bajando de nuevo al nivel del mar, al otro lado del puerto deportivo se encuentra Marina Botafoch. Después de 15 minutos de caminata llegaréis a un lugar donde contemplar la belleza del cerro de Dalt Vila visto desde lejos.
¡Cuéntanos y comparte qué es lo que más te gustó al visitar Dalt Vila Ibiza!
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